No está siendo el fútbol demasiado justo con nuestros arlequinados. El Juvenil A mereció mucho mayor premio que el conseguido al final ante un equipo que, por lo visto sobre el terreno de juego, es el mejor de esta categoría. Pese a ello, los nuestros tutearon a un aunténtico equipazo y solo una decisión controvertida decantó el duelo.

La vuelta al campo natural espoleó a los pupilos de Héctor Pérez desde el comienzo. Y es que, con un alto ritmo, fueron capaces de igualar el enorme talento de los jugadores del conjunto burgalés. El premio del gol llegó en un saque de esquina cabeceado por Juan, pero poco duró la alegría, ya que justo antes del descanso y tras un rechace igualaron la contienda.

El paso por los vestuarios no cambió ni un ápice el devenir del encuentro. Máxima igualdad y poquitas ocasiones para dos equipos que cuajaron un gran encuentro durante una mañana soleada en Puente Castro. Cuando ya todos daban por bueno el empate, una acción por la banda derecha que arranca en posición más que dudosa nos dejó con el agrio sabor de boca de saber que merecimos puntuar.