Tras igualar al Real Valladolid B, los arlequinados ceden el triunfo pese a merecer mejor suerte.

Esta categoría tiene estas cosas. Un encuentro para aprender y para tratar de hacerse más fuertes en Puente Castro. Porque las sensaciones no fueron nada malas, pero encajar cuatro goles marcan en exceso a un equipo que tiene fe y garra para rehacerse de todos los malos momentos. Y lo evidenció el duelo ante uno de los equipos candidatos al título y en el que los arlequinados merecieron mejor suerte.

El partido ya arrancó mal desde el principio con un tanto encajado nada más arrancar el choque. Cuesta arriba, el cuadro pucelano supo jugar con la ansiedad de los arlequinados y fue capaz de aumentar las distancias en el marcador. Si bien, una pena máxima sobre Juan le sirvió a los nuestros para recortar distancias por medio de un Hugo que no dio opción al meta visitante.

El paso por los vestuarios volvió a repetir lo del inicio. En un despiste, el conjunto blanquivioleta aumentó distancias en el marcador. Fue entonces cuando los cambios surtieron su efecto: en un visto y no visto Lescún y Júnior, que habían entrado desde el banquillo, igualaron el choque. Pero en el tramo final, buscando la victoria, los tres puntos se fueron a Valladolid pese a merecer mucho más.