El Juvenil A suma un punto en la dura visita a Soria en la que pasó de todo.
De esos días en los que no pueden pasar más cosas. Un desplazamiento de más de 300 kilómetros para dirimir únicamente 90 y que suelen ser diferentes. En esta ocasión, aún más, con un parón inesperado a 30 kilómetros de la ciudad numantina y que obligaron a retrasar el choque un cuarto de hora al llegar justo nuestro equipo. Pese a ello, compitieron los arlequinados.
Porque si hay algo que caracteriza a nuestra escuadra es la fe en lo trabajado. Ante sí tenían a uno de los principales candidatos al ascenso a División de Honor. Eso no importó, en su campo, los arlequinados dejaron patente que pese a las adversidades iban a vender muy caro una posible derrota que nunca llegó pero que tuvo un sabor amargo al final.
Y es que en el tramo final del choque se decidió todo. Lescún adelantó a los nuestros y Bedia aumentó las distancias a apenas 3 minutos para el final. Si bien, la desgracia estuvo del lado de los arlequinados que vieron como en el tiempo de descuento encajaron dos tantos. Dureza en el resultado para una jornada tan difícil que sigue demostrando el enorme esfuerzo de este equipo.